Desarrollo de Trujillo no es ninguna casualidad

Trujillo se consolida como la ciudad más importante del país, pero este desarrollo no es casualidad y mucho menos el resultado de diez meses de gestión municipal como algunos “felpudinis” pretenden hacernos creer. Es el resultado de un ordenamiento territorial, de políticas publicas que incentivan a la inversión privada, y de una ciudad con gobernabilidad y estabilidad jurídica.
Hemos visto como se ha incrementado la inversión en Trujillo y, por supuesto, en nuestra región; esta bonanza económica se inició hace algunos años cuando en el primer gobierno aprista se sentaron las bases para el desarrollo de Chavimochic, lo que ha ido generando una sinergia y convocando a numerosos empresarios quienes apostaron e invirtieron en la agroindustria.
Del mismo modo, el desarrollo urbanístico de la ciudad se inició en el año 1995 con la formulación del Plan de Desarrollo Metropolitano de Trujillo, que nace de la necesidad de direccionar el crecimiento físico, económico, cultural y social de Trujillo y que se consolida en el marco del convenio suscrito el 2003 entre nuestra comuna provincial y el Ministerio de Vivienda con el cambio el Plan Director de la ciudad, para incorporar nuevas áreas urbanas donde se vienen edificando modernos complejos habitacionales y los centros comerciales que ya son una realidad, como las edificaciones institucionales del Ministerio Público y del Poder Judicial; o las zonas de recreación como el Parque Zonal de La Rinconada y el Parque de la Cultura , cuyas obras de mejoramiento están incluidas en el presupuesto para el 2007.Así se ha trabajado, planificando la ciudad y generando miles de puestos de trabajo. Estas son muestras palpables y concretas de lo ejecutado en Trujillo, aunque algunos no quieren verlas y siguen diciendo que la gestión aprista no hizo nada. Es por eso que con mucha satisfacción en los últimos 45 días hemos recibido la visita del Presidente en tres oportunidades, la primera para poner la primera piedra del Megaproyecto Habitacional Chao II, donde en un terreno de 72 has. Se construirán 4,500 viviendas; luego nos visitó para la inauguración del Real Plaza y hace un par de días para inaugurar el Mall Aventura Plaza, el centro comercial más grande e importante del país, así como importantes obras de electrificación.La conectividad creada con los ejes viales han permitido unir la ciudad de Trujillo con los distritos, convirtiéndola en una metrópoli urbana ordenada y con accesibilidad en entradas y salidas como la prolongación de las avenidas América Oeste, Juan Pablo II, Metropolitana, César Vallejo, Túpac Amaru y Miraflores, entre otras; así como la pronta construcción del añorado nuevo local del “Centro Viejo” y de un hospital de nivel IV en Trujillo previstos en terrenos cedidos por gobiernos apristas. Por ello miramos el futuro con optimismo y la confianza de que, más allá de los mercantilismos de la nueva oligarquía, La Libertad siempre será una región con historia social e identidad libertaria.No podemos olvidar que, a fines de octubre, Trujillo fue sede del Seminario Internacional de la Unión Iberoamericana de Municipalistas, proyecto gestionado desde el 2005, que congregó a más de 500 delegados de las principales ciudades de Ibreoamérica. La semana pasada se desarrolló por segunda vez en nuestra ciudad, la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) con más de 800 participantes del mundo empresarial, y en pocos meses será la sede del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC). Estos eventos son el resultado de un trabajo sostenido que se viene impulsando desde el Gobierno Central por consolidar un liderazgo en toda América Latina.Nuestro compromiso por la justicia social pasa por la construcción de cientos de kilómetros de caminos rurales y departamentales, así como la instalación de capa asfáltica en las principales vías que unirán a la ciudad de Trujillo con las provincias y pueblos del interior; estamos creando corredores económicos, promoviendo inversión y mercados, que consolidarán el desarrollo económico de nuestra región y solo así estaremos luchando contra la desigualdad y la exclusión social, como lo quisiera Víctor Raúl Haya de la Torre.